San Fernando de Henares se ha
concentrado a las puertas del ayuntamiento para manifestar su repulsa por el
asesinato de Catalina vecina de la Diputación lorquina de Cazalla, de 48 años
muerta a manos de su expareja.
A las doce de la mañana partió
la marcha de los vecinos del municipio desde la plaza de España hacia la calle
Libertad para finalizar en la plaza de Fernando VI donde se guardó un minuto de
silencio en repulsa de este asesinato y de todas las víctimas de violencia
machista..
Se trata de
la segunda mujer asesinada a manos de su expareja sentimental en la Comunidad de
Murcia en lo que va del año 2017. Ocurrió el miércoles por la tarde en una zona
rural de Totana, cuando un hombre disparó presuntamente a su expareja
sentimental con un arma de fuego y, posteriormente, se quitó la vida; ambos
cuerpos los halló una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil en el
interior de un vehículo.
En los dos
casos, "eran mujeres jóvenes y han
sido asesinadas por hombres con los que habían tenido una relación anterior, y
que en el momento del asesinato era inexistente", lamentan los vecinos.
Así, ha mostrado su apoyo y solidaridad con la familia de la víctima y ha
reivindicado "la dotación de
asignaciones presupuestarias suficientes por el Estado, la Comunidad y las
corporaciones locales para atender la violencia machista en todas sus fases,
tanto en la prevención como en su atención". Igualmente, exige "la puesta en marcha inmediata de los
diferentes pactos contra la violencia machista en España, tanto el estatal como
el autonómico".
Dona Galán,
alcaldesa en funciones del Ayuntamiento de San Fernando de Henares ha condenado
el nuevo asesinato de violencia machista y pidió a los presentes que guardasen
un minuto de silencio.
La mujer fue hallada con
un disparo en la cabeza, mientras que el hombre también presentaba heridas de
arma de fuego. La mujer había acudido el pasado 13 de julio a la Guardia Civil
para que mediara con su exnovio y éste dejara de llamarla tanto, aunque no
quiso denunciarle ni por acoso ni violencia física o psíquica.
Habían roto
La mujer, Catalina de 48
años, y el hombre, de 49 años, habían mantenido una relación sentimental pero
la habían dejado hacía tiempo y él insistía para que la retomaran. No obstante, la Guardia Civil abrió diligencias y dio cuenta al
juzgado de todo ello, a pesar de que comprobó que no había denuncias previas y
que ninguno de los dos figuraba en el sistema VioGén de seguimiento de las
denuncias por violencia de género.
La hipótesis de los
investigadores de la Guardia Civil tras el hallazgo de los cadáveres es que se
trata de un caso de violencia machista y el hombre disparó primero a la mujer y
después se suicidó.
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